Antes de ser Papa, Juan XXIII asistió en calidad de cardenal a una cena en la que se encontró a una bella joven que atraía las miradas de los asistentes por el escote generoso de su vestido, lo que causaba desprecio al eclesiástico. En lugar de reprochar duramente a la joven, el cardenal decidió de tirar de modus operandi pastoral y utilizar la Biblia para la reprimenda. Esperó a que los postres estuviesen servidos y le ofreció una manzana a la joven mientras le decía: "Coma de esta manzana, hija mía, que aseguran que fue tras morder esta fruta cuando Eva comprendió que iba desnuda".
Así será la Eurocopa 2012* (ya puede irse de vacaciones tranquilamente)
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La Eurocopa está a la vuelta de la esquina y, quien más y quien menos, se
pregunta si España será capaz de ganarla por segunda vez consecutiva y, de
paso, ...
Hace 13 años


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