Tras la muerte de Napoléon en Santa Helena el 5 de mayo de 1821, un mensajero inglés se apresuró a contarle la noticia a su rey, Jorge IV. Emocionado por la importancia de la noticia le dijo al monarca: "Majestad, vuestro peor enemigo ha muerto". Para asombro del recadero, Jorge IV le contestó: "¿Qué le ha pasado a mi mujer?".Parce ser que la relación del rey con su esposa y reina de Inglaterra, Carolina de Brunswick-Wölfenbuttel, era algo más que pésima, en lo que sin duda influyó la desaforada tendencia a la promiscuidad del monarca, quien solía cortar un mechón de pelo a sus amantes y guardarlo en un sobre con su nombre a modo de recuerdo y que en el momento de su muerte en junio de 1830 había conseguido coleccionar alrededor de 7.000 de estos trofeos.







