Pericles, el gran político y estratega ateniense, iba siempre a todas partes con un casco. Según Plutarco y otros historiadores posteriores, parece que se cubría la cabeza con el yelmo a causa de que esta parte de su cuerpo era desproporcionada en comparación con el resto, en cuanto a que se pasaba un poco de grande, por lo que trataba de disimular así su asimetría. Algunos poetas satíricos de la polis griega aprovecharon para burlarse de Pericles por esta circunstancia, del que decían que "
tenía una cabeza alargada a la manera de una cebolla", que era el que "
amontona las cabezas" o el que "amontona
las nubes".
Otros autores piensan que Pericles no llevaba el casco para disumular una enorme cabeza, sino para ocultar una calvicie muy prematura. De cualquiera de las dos formas, lo que parece seguro es que el casco respondía a un complejo del estratega.
Fuente: National Geographic
5 comentarios:
Hola, porqué en este caso se escribe junto y con acento, porque es usado como causa.
Ya he corregido la errata. Gracias
Gran apunte, amigo anónimo. Chino, me sigue gustando tu blog, ¡dale más vida!
Menos mal que los calvos de hoy, y los cabezones,son más libres.
Hay alguien aquí con vida?
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