Indengonga, la esposa de Clotario I, rey de los francos de la dinastía merovingia, estaba preocupada por una hermana suya, Arnegonda, que a pesar de su belleza no encontraba un buen hombre con el que casarse. No encontraba al pretendiente adecuado así que le pidió a Clotario que buscara entre los mejores varones del reino el idóneo para contraer matrimonio con su hermana.
El rey, sin pensárselo mucho contestó: "He decidido concederte el favor que tu dulzura me ha pedido. y al buscar al hombre rico e inteligente que debía casarse con tu hermana, no encontré nada mejor que yo mismo".
Al poco tiempo de estas palabras el monarca se convirtió en bígamo al casarse también con Arnegonda.
Así será la Eurocopa 2012* (ya puede irse de vacaciones tranquilamente)
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La Eurocopa está a la vuelta de la esquina y, quien más y quien menos, se
pregunta si España será capaz de ganarla por segunda vez consecutiva y, de
paso, ...
Hace 12 años
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